Así, Luis Fáundez, vicepresidente de Santiago Morning, conoció a este arrepentido joven ruso, de 24 años, y con un buen pasado como futbolista en la Segunda División rusa, donde defendió al Dínamo de San Petersburgo y al Pskov-747.
Dos años antes, el volante había sido sorprendido en el aeropuerto de Santiago, durante una combinación entre Ecuador y España, con seis kilos de cocaína escondidos en libros infantiles.
Sin hablar una gota de español, el futbolista fue a dar a la ex Penitenciaria de la capital. Rápidamente destacó no sólo por ser un rubio de ojos claros, sino que por sus condiciones con el balón. “Unos internos nos comentaron que había un ruso bueno para la pelota, así es que lo convocamos para jugar el campeonato anual en 2010”, cuenta el profesor Flavio Huenupi, PF de la escuadra que dirige Frank Lobos.
Y no se equivocaron. El “Rucio” fue la figura y condujo a su equipo a ser campeón regional del torneo intercarcelario. Sus condiciones no dejaron indiferente a nadie, ni siquiera a Claudio Borghi, quien quedó impresionado durante una visita al recinto penal. Sería el “Bichi” quien luego apoyaría las gestiones de Lobos para la llegada de Maxim a los “bohemios”, lo que se concretó ayer, gracias a una autorización especial para asistir a las prácticas de lunes a viernes, de 7.30 a 15.00.
Antes, eso sí, pudo acogerse a un indulto para extranjeros. Sin embargo, no lo hizo, pues eso implicaba su regreso a Rusia. “El tuvo la posibilidad de irse, pero renunció a ese indulto. Podría estar ahora en su casa, en Rusia, pero quiso quedarse para demostrar lo que vale y reinsertarse a través del deporte. Es un caso único en el mundo”, narra Frank Lobos.
“Me gusta jugar fútbol y, como todos los cabros tenían fe en que iba a jugar, preferí quedarme y jugar, porque sé que voy a triunfar”, explica Maxim.
Y justamente, en su primera prueba bajo las órdenes de Hernán Ibarra, señaló: “Estoy contento, aunque quedé un poco pa’ la cagá”, fueron las primeras impresiones del europeo, quien entrenó con unos zapatos prestados, que le quedaron muy ajustados y bajo la vigilante mirada de un custodio vestido de civil.
Pese a la incomodidad, casi no se notaron las diferencias con sus nuevos compañeros. “De 12 ó 13 toques que le dio el balón, jamás lo entregó mal”, concluyó un sastisfecho DT “microbusero”.
El debut de Molokoedov será este sábado, cuando el Morning juegue un amistoso con Palestino, aunque para eso solicitará otro permiso a Gendarmería.
Además, verán la opción de inscribirlo en Primera B, aunque puede jugar la Copa Chile. “Haremos todo lo posible”, dijo Faúndez.
El ruso Maxim Molokoedov (24 años), ex futbolista del Dínamo de San Petersburgo y Pskov-747, cumple hace dos años una condena por narcotráfico en la penitenciaría de Santiago. Aunque todavía le queda un año de pena, sus buenas actuaciones deportivas en la cárcel le permitieron un permiso especial para probarse esta semana en Santiago Morning, equipo de la segunda división del fútbol chileno.
“Dígale al señor Faúndez por qué está aquí”, preguntó el alcaide de la penitenciaría a Maxim Molokoedov. “Por hue’ón”, respondió el ruso en un claro español-chileno, informó el diario “La Tercera” de Chile, sobre el día en que Molokoedov se entrevistó con Faúndez, vicepresidente del club Santiago Morning.
El ruso no solo destacó por su aspecto, también fue el gestor de lograr el título regional del torneo intercarcelario. Si hasta el propio Claudio Borghi, DT de la selección chilena, quedó impresionado con sus condiciones tras una visita al penal y fue él quien apoyó las gestiones del ex seleccionado Frank Lobos para que sea fichado por el club.
Desde ayer, Maxim Molokoedov, entrena con el club de 7:30 a.m. a 3 p.m. —de lunes a viernes— y luego regresa a su celda en la penitenciaría. “Me gusta jugar fútbol y, como todos los jóvenes tenían fe en que iba a jugar, preferí quedarme y jugar, porque sé que voy a triunfar”, explicó Maxim.
Tras su primera práctica con el plantel de la segunda división, fue sincero al decir cómo sintió el esfuerzo del entrenamiento. “Estoy contento, aunque quedé un poco pa’ la cagá”, dijo el ruso, quien realizó sus ejercicios con unos chimpunes prestados y bajo la atenta mirada de un vigilante vestido de civil.
Maxim Molokoedov debutará este sábado con la camiseta del Santiago Morning en un amistoso ante Palestino. Aún se gestionan permisos para que pueda jugar en el torneo chileno
En Santiago Morning esperan contar entre sus filas con un jugador ruso que cumple condena de tres años y un día en la ex Penitenciaría.
El nombre de valor que busca el elenco autobusero es Maxim Molokoedov, de 24 años, quien militó en la Segunda División de su país con los equipos Dínamo de San Petersburgo y Pskov-747.
Su talento ya lo demostró en un torneo intercarcelario en 2010 y en su momento hasta fue elogiado por el técnico de la Selección Chilena, Claudio Borghi, en su visita al recinto.
Dada su calidad humana este valor europeo consiguió un permiso especial para entrenarse en el “Chago” de lunes a viernes, de 7:30 a 15:00, y ayer martes cumplió su primer trabajo.
Mientras practica, los dirigentes agilizan gestiones para inscribirlo, al menos, para que dispute la Copa Chile en el segundo semestre
Su nombre es Maxim Molokoedov, es ruso y tiene 24 años. Este joven nacido en San Petersburgo se encuentra en Chile hace tres años, y hoy por hoy su casa es: la Penitenciaria. Sí, leyó bien, la cárcel es por ahora su morada, ya que hace dos años fue sorprendido por la PDI en el aeropuerto de Santiago con seis kilos de cocaína escondidos en libros infantiles.
Hoy el ruso Maxim entrena en Santiago Morning y así rememora sus días como jugador profesional en el Dinamo de San Petersburgo y en el Pskov-747.
Los diarios La Tercera y Las Ultimas Noticias se interesaron en su historia y cuentan en estos testimonios, cómo este futbolista pasó de la cárcel al elenco autobusero.
“Hizo cadetes, jugó en Segunda División y tiene mentalidad y carácter europeo. Cuando le dan un objetivo lo cumple, no saca la vuelta”, cuenta el PF de la Penitenciaría, Flavio Huenupi.
Según cuenta la historia, el talento del ruso hizo que Frank Lobos y Claudio Borghi hicieran las gestiones para que pudiera salir unas horas a entrenar con Santiago Morning y para que pudiera jugar en el plantel profesional durante los fines de semana.
“El tuvo la posibilidad de irse, pero renunció a ese indulto. Podría estar ahora en su casa, en Rusia, pero quiso quedarse para demostrar lo que vale y reinsertarse a través del deporte. Es un caso único en el mundo”, sostuvo Frank Lobos.
“Estoy contento, aunque quedé un poco pa’ la cagá”, fueron las escuetas palabras del ruso tras su primer entrenamiento. En todo caso está convencido de que, “Me gusta jugar fútbol y, como todos los cabros tenían fe en que iba a jugar, preferí quedarme y jugar, porque sé que voy a triunfar”.
Su técnico, Hernán Ibarra, además comentó sobre el ruso que, “tocó 12 o 13 veces la pelota, nunca la entregó mal, y es inteligente para jugar”.
Ahora la dirigencia de Santiago Morning intentará inscribir a Maxim en el torneo de Primera B, pero hay opciones certeras de que juegue en Copa Chile
ESTE SABADO 28 HAY AMISTOSO - sin publico - FRENTE A PALESTINO EN EL ESTADIO MUNICIPAL DE LA CISTERNA
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